“Imagínese que pudiera entrar en una guardería cuando los niños tienen tiempo libre para hacer lo que quieran. Si mirase atentamente vería que cada niño está inmerso en algo especial que se le da bien de forma instintiva (lo que le gusta más hacer o de lo que se siente más satisfecho.”
Robert K. Cooper
Cooper nos describe lo que veríamos en esa guardería.
Una palabra clave es mirarles ATENTAMENTE.
Demasiadas veces el juego de los niños parece que no es nada
cuando lo es TODO.
Enumero algunas de las cosas que Cooper describe con más detalle en su libro:
Veremos a niños haciendo…
torre con bloques
mirando cuentos
organizando un barrio con pequeñas piezas
haciendo carreteras para los coches
pintando con los dedos
mezclando colores
modelando arcilla
montañas de barro
mirando por la ventana, sintiendo el sol
tizas de colores
subido a una mesa representando algo
improvisando una historia
mirando
correteando
jugando al escondite
abriendo cajas
disfraces
jugando a pelota
ajeno a todo, feliz en su mundo…
“Estas escenas revelan mucho más que simples juegos. Las pasiones y talentos están hirviendo y presentan un gran mosaico de oportunidades de juego. Cada uno se sumerge de forma libre y espontánea en una actividad que nos muestra un poco de ese gran don del niño en el futuro”.
Robert K. Cooper
Ninguno de esos juegos es mejor que otro
todos tienen un sentido
vienen de la propia iniciativa e interés del peque
por lo tanto, son absolutamente importantes.
No queramos que los peques hagan X.
Dejémosle ser.
Sigámosle más nosotros a ellos
que pretender que ellos nos sigan a nosotros.
Su creatividad se desarrollará,
esos serán los momentos de mayor aprendizaje.
Y el lenguaje no está separado de todo esto.
El lenguaje está completamente relacionado con todo esto.
Con dejarles ser
dejarles expresar
sea como sea que lo hagan en estos momentos
tomarlo en consideración y con respeto
y añadir lenguaje, experiencia y emoción a estos momentos.
Desarrollo de lenguaje asegurado.
¿Quién toma la iniciativa en el juego?
¿Tu hijo/a o tú?
—
Este es el libro Aprenda a utilizar el otro 90% de Robert K. Cooper.