«No es posible no comunicar. Incluso estar en silencio implica una información o mensaje.»
Paul Watzlawick
No es posible no comunicar.
Esto se aplica en ti
y se aplica en tu peque.
Tú no dejas nunca de comunicar
tus palabras
tus silencios
tu mirada
tu sonrisa
tu preocupación
tu tono de voz
tus pausas
tu prisa
el contenido
el cómo
el cuándo
de qué manera
tu posición
tus movimientos
las palabras que usas
las que no usas
…
No dejamos nunca de comunicar.
Tu peque siempre ha estado comunicando también,
está comunicando
no es posible no comunicar.
Lee las palabras que te aplicaban a ti, a mí, a todos…
le aplican a él, a ella.
Por pequeño/a que sea,
tenga los desafíos comunicativos que tenga,
se comunica,
siempre lo ha hecho.
Solo hace falta que entendamos esa manera de comunicar
y le demos un retorno respetuoso
favorecedor de su comunicación
impulsor de su lenguaje.
“No tiene intención comunicativa”
“Tiene poca intención comunicativa”
“No habla”
“No se comunica”
“Su lenguaje no es funcional”
No describen lo que le está pasando al peque.
Describen el no saber cómo interpretar su comunicación,
el no saber detectar esas señales comunicativas,
incluso pensar que no las hay
y no saber darle una respuesta, un retorno,
que tan importante es para poder acompañarle a construir esta comunicación entre dos.
Porque la comunicación es entre (mínimo) dos.
Y las dos partes son importantes
en su papel de emisor y de receptor,
para arreglar dificultades en la transmisión de la información,
en el canal (las palabras, los gestos, las voces, las sonrisas…)
en el código (la lengua, el lenguaje).
Sobre estos temas hablo en profundidad en mi blog
concretamente en el artículo “Mitos en torno a la comunicación y al lenguaje de los peques autistas ¡derrumbados!”
Y tú qué piensas, ¿es posible no comunicar?
¡La cita del reel es de Paul Watzlawick del 1967!