Está más contento.
Se comunica más.
Hay más interacción.
Dice más palabras.
Ha empezado a juntar dos palabras.
Estos son algunos resultados que mis familias obtienen en una semana de empezar a hacer el Método Natural de Lenguaje – Logopedia Online conmigo.
En este artículo de hoy quiero compartirte las experiencias de cuatro familias en la primeras semana de poner en práctica las estrategias. Cuatro preciosas familias con peques de entre 20 y 30 meses que han mostrado una gran implicación desde el primer día y que han obtenido resultados que a ellos y a mí nos llenan el corazón.
S, 30 meses
S es un peque de 2 años y medio que dice poquitas palabras, usa muchos gestos y sobre todo, muchos sonidos y onomatopeyas. Habla mucho usando sonidos, parece que hace frases enteras con sus sonidos, con sus manos, diciendo que no…
Los avances que la mamá me contó fueron que S ya estaba usando una de las palabras funcionales, la palabra “más” para pedir más de algo y además la empezaba a unir a otras palabras como “mamá más”. Esto ya se podía considerar como primeras frases.
Para esta familia una de las grandes ventajas que estaba teniendo el Método Natural de Lenguaje es que usaban las mismas estrategias, adaptadas, con el hermanito pequeño, el cual ya veían que iba más avanzado que el hermano mayor.
Desde la primera semana ya vieron que el interés por los cuentos de S iba aumentando. Y es que una de las cosas que trabajamos en el Método Natural de Lenguaje es cómo mirar cuentos con nuestros hijos/as pequeños para que sean momentos ricos de comunicación y favorecedores del lenguaje.
En esta primera semana ven que S está más sonriente, mira más a los ojos, se le ve muy contento. Y muy importante, ya no hace conductas de evitación, que habían aparecido en alguna ocasión porque habían usado técnicas de forzar más a hablar.
Mi resumen de esta semana para esta familia es: confianza en el niño, niño confiado. Niño confiado, niño feliz. Niño feliz, niño con ganas de comunicarse.
U, 20 meses
U es una peque de 20 meses que dice poquitas palabras, pero es muy expresiva y se nota que disfruta de la comunicación con su mamá y papá, de mirar cuentos.
Los papás, a la primera semana me dicen que después de haber puesto en práctica de manera consciente todo lo hablado y trabajado en la videollamada ven que la niña imita más sus entonaciones. No llega a decir la palabra, pero marca el acento.
A todo esto les digo que se nota que U está en la fase jerga. En palabras de Libby Kumin (de la Universidad de Maryland, EEUU), el niño/a, cuando ya ha superado la etapa del balbuceo, comenzará a tener mini-conversaciones sin decir palabras reales.
“Está comprendiendo el ritmo y las inflexiones del lenguaje. Conoce ‘la canción’ del lenguaje, pero aún le falta aprender ‘la letra’ (las palabras).”
Libby Kumin (Universidad de Maryland)
Luego viene la fase final pre-habla, en la que el niño/a comenzará a imitar palabras y a actuar como el eco. Está casi listo/a para empezar a usar palabras.
Hay niños/as, como U, que pueden estar en dos etapas a la vez: haciendo jerga y ya diciendo sus primeras palabras.
C, 26 meses
C es una nena de 26 meses con Síndrome de Down muy expresiva, que tiene una gran capacidad de atención, le gusta jugar, mirar cuentos y cantar canciones. Mamá ya tiene un don natural para la comunicación con su hija y cuando observé sus interacciones vi momentos preciosos y muy valiosos. Muchísimas de las estrategias que suelo compartir las primeras veces con mis familias, esta mamá ya las usaba con su hija.
De todas maneras les compartí algunas estrategias y herramientas más que pensé que serían importantes para su momento actual y su dinámica familiar.
Lo que me dijo la mamá al cabo de la primera semana de poner en práctica todas estas estrategias fue lo siguiente.
La gran sorpresa que han tenido los papás es que C dice más palabras. No saben si es que dice muchas más palabras o es que ahora saben cómo fijarse más y escuchar más sus palabras. Pero sin duda, el vocabulario de C va en aumento día a día.
Mi resumen es que todo cuenta. Sí que se fijan más y también que han podido poner en práctica estrategias que son verdaderamente favorecedoras del lenguaje.
M, 27 meses
M es un peque de 27 meses que dice poquitas palabras, que es muy expresivo, que usa sus gestos y vocalizaciones para comunicarse.
En la primera videollamada, trabajamos sobre los vídeos que me mandaron y les comparto los ajustes que pueden empezar a hacer para impulsar el lenguaje de su hijo.
La mamá, al cabo de una semana, me dice que si no me ha escrito antes es porque todos los momentos libres que ha tenido los ha usado para estar con M de manera 100% consciente. Ha dejado el móvil de lado y no lo tiene cuando está con M.
Desde entonces M está hablando más y, en general, interaccionan más todos (tanto los padres con él como él con los padres).
Ha visto muchos cambios positivos y ya tiene ganas de seguir poniéndolo en práctica.
Cuando no vas acompañada por una profesional
Para terminar quiero contarte qué sucede cuando no hay este acompañamiento personalizado.
“Les hemos pasado tus vídeos a los abuelos y la videollamada que tuvimos grabada con todas tus estrategias. Pero parece que siguen sin ponerlas en práctica.”
Esto me lo dijo la mamá de M. Tuve el placer de ver un vídeo con su nieto. Por supuesto sus intenciones son buenísimas y esa relación abuelos – nieto muy bonita. Momentos de calidad y felicidad sin duda.
Pero en la videollamada le dije a la mamá, con mis ojos analizadores y buscando la mejor manera de comunicarnos con nuestros hijos para que el lenguaje de estos despegue… que vi que los abuelos hacían muchas cosas que no dejaban al niño comunicarse.
Estaban mirando un cuento y…
- Le preguntaban cosas que respondían ellos mismos
- Le hacían buscar cosas que buscaban ellos primero
Ellos sí que habían visto alguno de mis vídeos y habían escuchado todas las estrategias que trabajé con la mamá en la videollamada, pero no las habían interiorizado.
Esto es lo mismo que sé que le pasa a muchas mamás. Creen que saben qué se ha de hacer, han leído muchas estrategias en posts y blogs… pero siguen perdidas. Siguen sin saber si lo están haciendo bien, si está realmente funcionando esa estrategia.
Y es que por eso yo no doy un listado de estrategias, unas pautas como se suele hacer en la práctica logopédica.
Yo evalúo con todo detalle la interacción real entre tú y tu hijo/a y de ahí extraigo las estrategias adecuadas y realistas para vuestro momento.
Las trabajamos juntas, las entendemos juntas y trazamos un plan realista.
Y luego te doy la mano semana tras semana animándote a seguir, resolviendo las dudas que salgan, celebrando los logros y compartiendo más información que necesitas saber en cada momento.
Esto es lo que te ofrezco con mi Método Natural de Lenguaje
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«Es una introducción espectacular para ponerlo en práctica en seguida», N, mamá de E, 27 meses.
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